![]() |
SINABI |
Escrito por: Ronny Pizarro Méndez. (1984).
Francisco Mayorga Rivas,
nació el 7 de febrero de 1862, en San Marcos de Chinandega, Nicaragua. Sus
padres fueron Don José Mayorga Chavarría y Doña María Luisa Lebrón, Oriundos
también de Chinandega.
En 1878, a la edad de 16
años, Don Francisco se viene a vivir a Liberia junto con sus padres y hermanos
menores, Mercedes, Remigio, Felipe, Benita que al tiempo nació en Liberia. Fue así como Don Francisco
llegó a Liberia en plena adolescencia cuando conforme al segundo censo, Costa
Rica contaba con escasos 180.000 habitantes y la provincia de Guanacaste con
una población de 14.000 habían transcurrido ocho años de la dictadura del
General Tomás Guardia Gutiérrez se creaba en ese año el cantón de Cañas y en el
año inmediato anterior (1877) el cantón de Carrillo.
Diez años después de haberse
establecido en Liberia la numerosa familia Mayorga Rivas, Don José se
naturalizó costarricense y amará a su patria por siempre.
Por esa época el Ministro
de Educación Lic. Mauro Fernández cerró la Universidad de Santo Romás y
fundó el Liceo de Costa Rica, el Colegio superior de Señoritas y el Instituto
de Alajuela, e implantó el visionario programa de becas para los jóvenes
talentosos. Uno de los primeros beneficiados fue Don Francisco, quién ingreso
así al máximo centro de Educación de la República, el Liceo de Costa Rica, en
la última década del siglo pasado.
Se graduó de Bachiller en
Ciencias y Letras en 1899, junto con otros ilustres varones que llegarían a ser
pronto prominentísimos hombres públicos, entre ellos Don Joaquín García Monge,
Don Tobías Zúñiga Montúfar, Don Jorge Guardia Carazo, Don Ernesto Martén
Carranza y Don Emiliano Odio Méndez. Contemporáneo suyo también fue en ese
viejo centro de enseñanza, uno de los más valientes y honrados políticos del
presente siglo, el General Jorge Volio Jiménez.
Ingreso a la escuela de
derecho y siendo estudiante, recibió el apoyo del auxilio y consejo de dos
distinguidos juristas integrantes de la comisión rectora del proyecto del actual código civil los Licenciados
Ascensión Esquivel Ibarra y Cleto González Víquez en cuyo bufete hizo su
pasantía.
Contrajo matrimonio con una
distinguida dama de Liberia Doña Ninfa Santos Aguirre, hermana de otro valor
guanacasteco el Lic. Aníbal Santos Aguirre.
Don francisco era trigueño
claro, de estatura proporcionada y nariz recta poseía un singular don de gentes
en el que destacaba su vocabulario rico, abundante y elocuente. Se distinguió
también por lo moderado de sus ademanes y por la suavidad de sus expresiones.
Su generosidad y nobleza eran tan sinceras que al tratarlo se simpatizaba de
inmediato con él. Cuando hablaba a su pueblo, convertía su tribuna, en tribuna
de civismo. Por lo que su pueblo lo admiro profundamente. Estas cualidades que
siempre fueron invariables en este benemérito hijo de Liberia, dieron lugar
para que en una gira política de exminio poeta Don Rogelio Sotela Bonilla, en
un discurso pronunciado en el centro de esta ciudad dijera “un saludos a ese
príncipe de Liberia, Don Francisco Mayorga Rivas".
Su
participación en la política
Don Francisco tuvo en la
política una de sus grandes pasiones; no obstante, esa vorágine que destaca en
muchos la política no los destruyo. Por el contrario, siempre edificó; fue un
modelo de ciudadano entregado al servicio público.
En una entrevista que hace pocos días hice al Benemérito de la
Patria Don Alejandro Aguilar Machado, me manifestó:
“Conocí a Don Francisco
Mayorga Rivas. Era un ciudadano con un extraordinario sentido común y de una
inalterable nobleza; cuando era
secretario de Fomento yo ejercía la subsecretaria de Relaciones Exteriores en
la segunda administración de Lic. Cleto González Víquez. Tenía un trato igual
con el de arriba que con el de abajo, y no le ocurrió lo que le ocurre al común
de los hombres: que lo envanece el poder político; pegunte por ellos en la
llanura y luego pregunte por ellos en el ejercicio de las altas funciones
públicas".
A propósito de esta entidad
del Lic. Mayorga Rivas, Max Jiménez en el Repertorio Americano n. 21 del 23 de
diciembre de 1931, página 335, dice “Quiero que desde este cuarto de biblioteca
y desde este hombre que se llama Joaquín García Monge y desde este repertorio amalgamado con
constancia y necesidades, se constante que guarda un reconocimiento a los
hombres que no ha envilecido la política y que conservan puros el amor y la
defensa del terruño.
Llegar a un Ministerio, y
seguir siendo Don Chico es el mayor mérito de este caballero con quién me
vincula un cariño hereditario. Bien lejos a esos nadies que por asares de la
política llegan un Ministro siguen cargando por toda una vida petulante.
La historia esa de la
rebusca inmunda del robo, va siendo tiempo de que termine y la única barrera se
consigue con los hombres como Don Francisco Mayorga Rivas. Se necesita ser muy confiado
de sí mismo para que un hombre en los poderes, no pierda la cabeza, y entonces
sea un servidor de su país, y provoque un elogió de alguien absolutamente libre
de conciencia.
Inicio su quehacer político
en la Provincia de Guanacaste un movimiento político regional Unión Guanacasteca el que jefearon Don Francisco Mayorga Rivas
y Lic. Antonio Álvarez Hurtado, único Guanacasteco que ha ocupado la
magistratura en la Corte Suprema de Justicia.
Ese movimiento pretendía
unir a la familia Guanacasteca y luchar con ardor y civismo contra el estado de
abandono que azotaba esta provincia desde su incorporación a Costa Rica. La
unión europea tuvo su propio órgano de prensa denominaron Unión y en el periodo
constitucional de 1906- 1910. Respaldo el gobierno de González Víquez. Esta
constitución político regional y las luchas libradas por otro gran
guanacasteco, el Prof. Clímaco A. Pérez (uno de los héroes del Sapoa), constituyen
los grandes antecedentes de lo que más tarde sería el movimiento político
regional más serio, más vertebrado y sublime que se denominó Confraternidad Guanacasteca, que se capitaneo el Dr. Francisco Vargas
Vargas hijo ilustre de la provincia de Guanacaste.
Don Francisco Mayorga Rivas
fue gobernador de la provincia de Guanacaste del 8 de mayo de 1914 al 27 de
enero de 1917, en la administración del Lic. Alfredo González Flores.
Ese 27 de enero de 1917, fue
el día en que el secretario de Guerra y Marina, General Federico Tinoco
Granados, derrocó al presidente constitucional, Lic. González Flores, y para
nuestro gobernador fue para Don Francisco, grande la indignación.
No acepto
esos hechos y se lanzó a combatir abiertamente
a la administración Tinoco, actitud que lo obligó a abandonar el país y
a radicarse en Nicaragua. Participó activamente en el movimiento revolucionario
que en 1919 derrocó al General Tinoco
Granados.
Con posterioridad a estos
hecho, ósea en la administración Lic. Francisco Aguilar Barquero, asumió
nuevamente la gobernación de la provincia de Guanacaste de setiembre de 1919 a
mayo 1920.
El cargo de gobernador lo
ejerció Don Francisco Mayorga con suma eficacia y rectitud, cuando la condición
de gobernador era la de un alto funcionario público y el verdadero
representante directo del Presidente de la República.
La provincia de Liberia está
en deuda con el Lic. Francisco Mayorga Rivas en el periodo constitucional que
va de 1906 a 1910. Don Francisco se convirtió en el paladín de la Unión
Guanacasteca y antes que pedir para él pedía para los demás. Solicitó con
frecuencia al gobierno de Don Cleto
quién lo escuchaba en todo momento , cantidad de becas para adjudicar a jóvenes
talentosos que deseaban ingresar a las aulas del glorioso Liceo de Costa Rica y
Colegio Superior de Señoritas.
Lo que en el pasado se hizo con él, este
nobilísimo ciudadano procura hacerlo con los adolescentes guanacasteco, cuando
ya peina canas y es conductor de estas comunidades. Muchos jóvenes de Liberia, Filadelfia,
Santa Cruz, Nicoya, Cañas, Las juntas de Abangares, salieron favorecidos con el
gesto de Don Chico. Esa vocación de servicio la mantuvo mientras represento a
la provincia en el congreso.
Fue diputado al Congreso Constitucional en los periodos de 1920-1924, de 1922- 1926 y de 1928- 1932. Como diputado redactó, dictaminó y participó activamente en
el parlamento en proyectos que abarcaron
la agricultura, ganadería, industria, educación y obras Públicas.
Sus exposiciones
en el Congreso, fueron las de un parlamentario brillante e independiente por su
defensa del interés Nacional frente a la
voracidad de los intereses extranjeros. Impulso y fue promulgada como ley de la República con la activa y edificante colaboración del
prof. Clímaco A. Pérez sueño aun de serios estadistas que la creaba la
ampliación del ferrocarril de Esparta hasta Bahía Culebra, pasando por las
Juntas de Abangares, Cañas y Liberia.
En 1908 redactó e impulsó la
ley n.12, que constituye el primer ordenamiento jurídico que faculta al estado
a una reforma agraria para resolver serena y reflexivamente los problemas de la
Palma y otros. Por esta razón puede considerarse Don Francisco como uno de los
precursores de la reforma agraria en Costa Rica.
En 1921, durante seis meses
se discutieron en el Congreso Constitucional tres proyectos distintos de
expropiación para latifundios guanacastecos. En estos debates participación Don
Francisco Mayorga Rivas, El general Jorge Volio Jiménez , Don Adriano Urbina y
Don Arístides Baltodano entre otros. Y puede considerarse una embriónica
ideología reformista.
En esa oportunidad el
diputado Mayorga Rivas, propuso la expropiación de la Hacienda el Viejo,
propiedad de Jorge Wilson y en el parlamento
Don Chico expone estos emotivos conceptos tomados del libro Hacendados políticos y Precaristas: la
ganadería y el latifundio guanacasteco, 1800-1950 del Dr. Lowell Gudmunson
"El
acaparamiento de grandes extensiones de tierras sometidas a dominio particular,
es uno de los grandes de los males de la provincia de Guanacaste. Esto ha
determinado la condición de parásitos a pueblos enteros, limitando a la vez su
crecimiento y prosperidad. La redistribución de las tierras parece ser lo
aconsejable para loa solución de tan
serio problema".
Me refiero ahora al caso
concreto del cantón de Carrillo de Guanacaste rodeado por latifundios de los
señores hijos de Don Federico Sobrado, Mr. George Wilson, y Mr. Keith en esa
época los vecinos de Carrillo, Liberia y parte de la Costa de Santa Cruz que se
dirigen a Puntarenas se ven obligados a pagarle el hacendado.
La tarifa es para boyeros 2
colones y para el que viaja a caballo 1 colón cosa bochornosa para un país que
hablé de libertades y no tiene ni los
caminos libres. Lo grave es que el mal ejemplo y la dictadura económica del Sr.
Wilson cunde en los otros terratenientes que antes colocaban portones en sus
fincas para facilitar el paso a sus viajeros, y ahora les han puesto candado
para cobrar el peaje.
Por otro lado los pueblos de Filadelfia y Bolsón carecen
de tierra para sus campos de cultivo y repasto. Se da el caso de que un
agricultor tenga que pagar esquilmes de una carretada de maíz por alquiler de una manzana que se le
facilite para el cultivo de ese grano; quintal y medio de arroz por cada
manzana; pero también es frecuente que se abstenga de cultivar, cosa increíble,
por falta de tierra y se ve obligado a ser el paria del agricultor pudiente
para vivir de un salario raquítico.
En esa misma obra se recoge la siguiente
manifestación de Don Francisco:
“Es una buena afirmación económica la de
que la pequeña propiedad y el cultivo en pequeño son la base del bienestar de
las naciones. Donde el suelo esta subdivido
en pequeñas heredades de labradores que cultivan, la prosperidad sonríe.
En Francia hay 25 millones de hectáreas pertenecientes a pequeños agricultores
y en Argentina se fomenta la creación del pequeño cultivo. En los países la
riqueza nacional es evidenciable”.
En la última administración
de Don Cleto, 1928-1932, Don Francisco ocupo la curul de diputado los dos
primeros años y la Vicepresidencia del Congreso y en los últimos dos años le
fue encargado la Secretaria de Fomento hoy Ministerio de Obras Públicas y
Transportes.
Fue un apasionado defensor
del voto femenino y de la participación activa de la mujer en la política
Nacional, lo cual va a ser posible muchos años después con la vigencia de la
actual Constitución Política a partir
del 7 de noviembre de 1949.
Su vida fue una lección de
civismo, de honradez, probidad y capacidad intelectual, y la de un batallador
incansable por la provincia de Guanacaste; en resumen la de un hombre
excepcional. Así por ejemplo, cultivo la vid e hizo las primeras experiencias
en ese campo, e instaló la primera planta que le proporcionó luz eléctrica a la
ciudad de Liberia, además, las primeras fábricas de candela, jabón, de hielo y
el primer molino para moler café.
Un día de regreso de su
finca del Pelón de la Bajura hacia Liberia sorprende a u sujeto en sus predios
conduciendo una bestia cargada con plátanos a quien sonriente le dijo: “¿Me
dejaste curado el postín?” y sin haber ningún reproche continúo la marcha
agregando: “Si de tan largo vino en busca de plátanos debe ser porque los
necesita”. Su estatura moral e intelectual le permitía recordar los conceptos
doctrinarios del derecho penal el cual es el del “estado de necesidad”.
Otro día se enteró que
habían decretado arresto contra un humilde campesino que había hurtado en sus fincas, incurriendo así en el
viejo delito de merodeo hoy hurto agravado y Don Chico en silencio paga la
multa y pone en libertad al que había cometido delito.
El Prof. Arístides Baltodano
Briceño, al enterarse del deceso de Don Chico da estas declaraciones a la
prensa:
"Fue la casa de Don Chico un
piadoso oasis en donde amortiguaban sus angustias los necesitados; en sus finca
de terrenos benditos y exuberante encontraron siempre los hombre sin tierra
parcelas, medios y facilidades para rendir culto al Hacha, al machete y al
espeque sembrador y encontraron también una palabra alentadora y optimista del
viejo en años pero mozo de espíritu jovial y cariñoso”.
Don Arístides agrega a sus
declaraciones: “necesito la proyectada granja agrícola un lote poseído por una
señora pobre, Don Chico dio a ésta otro más valioso y logró así ofrecer para La
Granja el apetecido”:
Estimo urgente una
biblioteca Pública para Liberia y donó cientos de libros valiosísimos con ese
fin, dando origen así a la biblioteca actual de esta ciudad. Por mucho tiempo
fue presidente de la Junta de Caridad de Liberia, y ello constituyó un factor
determinante en los destinos de esta institución y los del Hospital de Liberia.
Su
testamento
Analizar la vida de Don
Francisco es encontrarse con un ciudadano modelo, que amaba a su patria, con un
corazón claro, cuyos ideales eran altos; un hombre que se dominó a si mismo
antes que pretender dominar a los demás; que nunca doblo la espalda cuando
debía erguir el pecho; orgulloso e inflexible en la derrota honrada y humilde
y magnánimo en la victoria.
Para valorar la vida privada
de Don Francisco Mayorga Rivas es imperativo analizar su último testamento
abierto, otorgado el 22 de marzo de 1938, redactado por él de su puño letra. Al leer este documento se llega al
convencimiento que Don Francisco era una persona en extremo cuidadoso y que para evitar los conflictos humanos tomó
todas las medidas pertinentes: lamentablemente siempre se cometieron
injusticias con el pueblo humilde de Liberia.
¡Que edificante el texto de
su última voluntad! ¡Qué ejemplo para los que creen que la dicha se encuentra
en los bienes materiales! Su vida, estuvo cargada de tanta generosidad y
nobleza, se proyecta en las disposiciones de su última voluntad según escritura
número 150, del protocolo no.5 folio 81 del notario Lic. Raúl Ugalde Gamboa, a
las 14 horas del 14 de noviembr4e de 1940 (ramesa 4655), en la que se
protocoliza el expediente en sucesión. Dice este ilustre varón:
“Todos mis libros sin
excepción serán entregados a la Biblioteca Pública de Liberia, bajo inventario
y por medio de Gobernador de la Provincia”.
“La finca inscrita en el
Registro de la Propiedad, Partido de Guanacaste que es casa y solar, sin
gravámenes actualmente está situada en Liberia la propiedad y posesión de la
casa dicha, pase a la Junta de Educación de Liberia para un colegio de segunda
enseñanza, escuela o una casa de Huérfanos, pero en ningún caso para darla en
préstamo o arriendo a particulares o comerciantes".
Referente a los derechos de
tierra de cuarenta y cinco hectáreas, veinte cinco áreas, treinta cinco centiáreas
y dieciséis decímetros cuadrados cada uno situado en Pijije de Bagaces, expresamente dice: “los derechos
descritos los dono a la Municipalidad de Bagaces para que de acuerdo con los
condueños de Pijije, los adjudique en lotes a quienes quieran dedicarse en dicho
sitio a trabajos agrícolas, o para que los que ya están establecidos en dichas
tierras puedan adquirir en propiedad lo que tienen acotado”.
En lo concerniente a los derechos de la finca
No. 3.3312 del Partido Guanacaste, dice Don Chico: “Estos derechos los dono a
los vecinos pobres de Liberia para que puedan sacar libremente sus leñas y
poner a pastar libremente sus ganados en
los llanos de dicho sitio. Es entendido que la representación legal de los
vecinos la tendrá la Municipalidad del Cantón para defenderlos pero en ningún
caso para establecer gabelas, ni vender o arrendar loas tierras.
Al referirse a la finca No.
3.130 concluye el testador: “Esta finca la cedo al gobierno de la República
para una Escuela de Agricultura y Veterinaria que tanto necesita el
guanacasteco”.
Estos breves textos nos
proporcionan un concepto amplio de lo generosidad sin límites de Don Francisco,
así como su preocupación por lo cultural y el progreso material de su pueblo al
que tanto amó. Indudablemente Don Francisco fue un filántropo.
Este hombre excepcional,
fallece a las dos horas quince minutos del jueves 18 de abril de 1940, en su
casa de habitación, situada en el centro de esta ciudad de la gobernación 100 metros al sur. Concretamente donde ahora se encuentra la Librería Chamorro. Si falleció Don Francisco, a
quién el distinguido intelectual con su alma de poeta llamó príncipe por su
grandeza espiritual por ser aristócrata del talento y un patricio de Guanacaste.
Murió físicamente, pero para nosotros aún vive, porque ocupa un lugar de
privilegio en el corazón de los guanacastecos. Para perpetuar su figura
señora en nuestra historia, el 15 de setiembre de 1984, fue inaugurado el nuevo
edificio construido por el club de leones con el nombre de este egregio
ciudadano.
El educador y el político costarricense
tan proclives a congresos, simposios, seminarios y reuniones, talleres se cuestiona
permanentemente acerca de qué modelo de ciudadano requiere nuestra Patria para
incorporarlo al mundo del trabajo, ese modelo de ciudadano fue, es y seguirá siendo
Don Francisco Mayorga Rivas.
Sistema Nacional de Bibliotecas. (s.f). Diccionario biografico: Mayorga Rivas Francisco [Iimegen]. Recuperado de: http://www.sinabi.go.cr/DiccionarioBiografico.aspx
No hay comentarios.:
Publicar un comentario